Quizá te hayas fijado en que últimamente algunas empresas han comenzado a elegir ilustraciones para las presentaciones de sus productos, para acompañar al packaging, para redes sociales, contenidos web, cartelería o para otras piezas de comunicación.

Cuando la ilustración lo era todo en publicidad llegó la fotografía para quedarse y relegó a la primera a otros usos como editoriales, científicos o educativos. Sin embargo, en la actualidad la ilustración ha vuelto a tener un peso considerable como elemento gráfico que incluso aporta modernidad, como hiciera al principio la fotografía. Queda en manos del diseñador tomar la decisión acerca de cuál de estos dos recursos es el óptimo para su cliente, para transmitir su mensaje y su visión y para aportar un elemento diferencial. Incluso, en algunos casos, dar con un punto intermedio entre ambas.
Fotografía, fiel reflejo de la realidad
Hoy existen bancos de imágenes, tanto gratuitos como de pago, con miles de fotografías sobre prácticamente cualquier temática que se nos ocurra. La fotografía cuenta con un lenguaje atractivo que puede ponerse en valor a través del retoque fotográfico y otros tratamientos, incluso mediante mockups. Algunas técnicas fotográficas gozan de gran popularidad (incluso aunque no seamos conscientes de ello), como el destello de lente, la larga exposición, el uso de degradados, siluetas, colores vibrantes, colores pastel, neones o los encuadres macro. Sin duda la fotografía es una herramienta visual muy poderosa para utilizar en publicaciones, más allá de la venta de un producto en sí. Por ejemplo, en catálogos, folletos de formaciones, publicaciones editoriales... la fotografía es la clara protagonista.
Ilustración, conceptos y sensaciones
Si no buscamos el realismo que nos da la fotografía es porque la ilustración nos aporta otros valores como la posibilidad de estilizar o idealizar ciertos aspectos de lo que queremos representar. También puede ser que escojamos este recurso para diferenciarnos de nuestros competidores o, simplemente, porque no hay fotografías para representar lo que queremos.
Decathlon en su instagram combina fotografías con ilustraciones, con las que puede transmitir sensaciones más allá de las típicas imágenes de deportistas o, simplemente, fotografías de producto, lo que da como resultado un perfil muy variado. Bankia, BBVA o Asisa han incorporado ilustraciones a sus páginas web que suavizan sus mensajes a la vez que facilitan a los usuarios la navegación y la comprensión de determinados procesos.
Híbridos, edición y tratamiento de imágenes
También es habitual encontrar híbridos entre ilustración y fotografía a los que podemos llegar a través de herramientas de tratamiento de imagen. Al final, la combinación de recursos es también el trabajo del diseñador gráfico, que buscará para cada empresa lo más conveniente y efectivo, para lo cual no verá inconveniente en tratar de innovar, ser creativo y disruptivo. Los resultados de este trabajo suelen ser especialmente llamativos y aportan ese factor diferencial que con frecuencia buscan las marcas a la hora de elaborar nuevos materiales gráficos.